Los principales objetivos de la aplicación del Método Pold son:
- Mejorar el dolor y la discapacidad.
- Equilibrar la tensión y la elasticidad de los músculos, fascias y ligamentos.
- Devolver a las articulaciones la posición y el movimiento biomecánico correcto.
- Restaurar la circulación de los fluidos corporales.
Esto provocará una serie de efectos terapéuticos en cadena para restaurar el equilibrio y la bio información en el organismo.
En la actualidad el método tiene una aplicación fundamental en el campo estructural para columna y extremidades, pero también una aplicación visceral y ATM-cráneo.
Su utilización es de una gran afectividad en las patologías de columna, como las hernias y protrusiones discales, radiculopatías, pinzamientos, escoliosis, etc.; en las patologías articulares degenerativas como la artrosis y en las limitaciones de las grandes articulaciones, en sobrecarga muscular, adherencias fasciales y alteraciones de las cadenas musculares. En general es muy útil en muchas patologías que cursan con dolor o alteración de la fisiología y movilidad articular.
Su aplicación hace innecesaria en la mayoría de los casos la movilización clásica de grandes ángulos para ganar amplitud articular, las movilizaciones o estiramientos forzados; tampoco la manipulación con “trust”, o bien es facilitadora de la misma. Permite una aplicación muy amplia dado que no posee contraindicaciones importantes y puede combinarse y complementar a otras técnicas de la fisioterapia.