Este cambio conceptual en la forma de abordar la terapia manual, comporta una serie de ventajas, que pueden hacer de este método una opción terapéutica de primera elección o como complementaria en colaboración con otras técnicas de la fisioterapia.
- Es una técnica blanda, puede ser utilizado en pacientes con riesgo como es el caso de la osteoporosis, ancianos, niños.
- Tiene unos efectos inmediatos, lo que permite aliviar rápidamente el dolor y reducir la inflamación.
- Hace innecesario la manipulación con “trust” para el reposicionamiento articular, evitando el rechazo que esas técnicas tienen en muchos pacientes.
- En patología discal tiene unos resultados muy satisfactorios y rápidos en comparación con otras técnicas estándar.
- A nivel de extremidades es muy eficaz en el tratamiento postquirúrgico para la recuperación de la movilidad articular sin forzar los tejidos y no comprometer la actuación quirúrgica.
- No es necesaria la colaboración del paciente por lo que se puede aplicar en pacientes inconscientes, no colaboradores, o con patologías o déficit neurológico central.
- Tiene pocas contraindicaciones y es fácil de aprender y aplicar.